2.- El perdón en las relaciones
“El perdón elimina lo que se interpone entre tu hermano y tu.”
El perdón es la clave de nuestra paz interior, porque es la técnica mediante la cual nuestros sentimientos se transforman, pasando del miedo al amor.
El ego es el gran criticón, está siempre al acecho de nuestros defectos y de los ajenos.
Pidamos al E.S que nos salve de nuestra tendencia a condenar, que nos revele la inocencia que los otros llevan dentro, para que podamos ver la que nosotros llevamos dentro.
“Dios amado en tus manos pongo esta relación” quiere decir “Dios amado permite que vea a esta persona a través de Tus ojos.”
“Abrigar resentimientos es un ataque contra el plan de Dios para la salvación.”
Cualquier sombra a la que permitamos que no nos deje ver la perfección en los demás tampoco nos dejará ver la nuestra.
Amenazar con el dedo a alguien no ayuda a que esa persona cambie. El hecho de que percibamos la culpa de alguien no hace más que mantenerle atascado en ella. Tratarle con compasión y misericordia hace que sea mucho más probable obtener de esa persona una respuesta sanada.
Perdonar es optar ver las personas tal como son “ahora”. Cuando estamos enfadados con alguien es por algo que esa persona hizo o dijo antes de ese momento.
Cuando traemos el pasado al presente, creamos un futuro exactamente igual que el pasado. Si dejamos de aferrarnos al pasado, hacemos lugar para los milagros.
El futuro se programa en el presente. Dejar de aferrarse al pasado es recordar que en el presente mi hermano es inocente.
Sólo el amor es real. Cuando las personas actúan sin amor es porque se han olvidado de quienes son.
La tarea del obrador de milagros es mantenerse despierto, no quedarse dormido soñando con la culpa de su hermano, de esa manera le es concedido el poder de despertarlo. Tener fe en el amor que existe siempre, en todos, por detrás del miedo e invitarles a que lo expresen.
Marianne Williamson. Volver al amor
dimecres, 12 de març del 2008
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