"Nada de lo aquí escrito me pertenece.
Si hubiese alguna pertenencia,
sería el lazo de Amor con el cual se han atado
tantas bellas flores de conocimiento
que son ofrecidas a la humanidad
como un ramillete de Servicio"
Montaigne.

la flor de loto

La flor del loto es uno de los más antiguos y profundos símbolos de nuestro planeta. La flor del loto crece en el fango y se alza sobre la superficie para florecer con remarcable belleza. Por la noche la flor se cierra y se hunde bajo el agua, al amanecer se alza y vuelve a abrirse. El loto simboliza la pureza del corazón y de la mente. Representa longevidad, salud, honor y buena fortuna.

lo bueno, lo malo, lo igual o lo diferente....son tan solo proyecciones humanas...

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dijous, 27 de març del 2008

VOLVER AL AMOR. LAS RELACIONES. LA FE EN LAS RELACIONES

17.- La fe en las relaciones
“La fe es el reconocimiento de la unión.”

Con frecuencia echamos de menos a una persona porque, en un ámbito invisible, intangible, todavía seguimos comunicados con ella, aún estamos conectados, esperando que la situación se resuelva.

No es neurótico estar de duelo por una relación, lo neurótico es no estarlo. En algún nivel, toda relación nos aporta esperanza, la esperanza de que pueda ser un lugar seguro, un puerto, un descanso después de todos nuestros combates.

Cuando una relación no funciona, sea por lo que sea, nuestra desilusión es natural. Cada encuentro intenso representa una conexión Kármica profunda y complicada. Una relación que se acaba es algo similar a una muerte, y en muchos casos la tristeza es mayor aún. No hay que fingir que esto no es un cuchillo clavado en el corazón, porque lo es, y no hay nada que hacer sino llorar.

“Ahora es el momento de la fe.” Dejémonos ablandar por nuestras lágrimas. Cuando los cuchillos emocionales se clavan en el corazón, se desmoronan murallas que, para empezar, no tenían porque estar ahí. Entonces podemos aprender lo que es ficticio y lo que es real...podemos aprender que no hay que confiar en ídolos y podemos aprender que hay un amor que nunca desaparece.

En las relaciones se dan muchos conflictos que ponen a prueba nuestra fe. El dolor es mucho más intenso cuando es un amigo quien esgrime el cuchillo.

Aunque de acuerdo con el pensamiento del curso Jesús fue traicionado, Él optó por percibirlo de otro modo. Él sabia que no le podían traicionar porque lo que no es amor no es real. Entonces, cuando nos atacan... ¿qué hacer? ¿dónde está nuestro consuelo?

Las cosas duras y ásperas que tenemos que digerir pueden contribuir a nuestra belleza. Pero no siempre, sólo cuando nos abrimos lo suficiente para asimilar el horror por extraño que parezca. La resistencia y la defensa sólo hacen más real el error y aumentan nuestro dolor.

Lo que creó el espacio para el triunfo de Jesús fue su indefensión, su aferrarse al amor a pesar de lo que le estaban haciendo. Se puede destruir el cuerpo, pero no la verdad. Si se le dan los tres días simbólicos la verdad siempre se reafirmará. Los tres días representan el tiempo que se necesita entre la crucifixión y la resurrección, entre una respuesta del corazón abierto ante el dolor y la vivencia del renacimiento que siempre le seguirá.

Cuando nuestros amigos se han vuelto en contra nuestra es muy fuerte la tentación de defenderse, de devolver el ataque. Pero UCDM afirma que “ en nuestra indefensión radica nuestra seguridad”. “ Me haré a un lado y dejaré que Él me guíe” . El cristo interior puede afrontar cualquier ataque, porque el desamor no le afecta. Defendernos es una manera de coincidir con el atacante en el poder de su ataque, y con ello lo volvemos real en nuestra experiencia.

Necesitamos un gran coraje y mucha fuerza personal para aferrarnos a nuestro centro en momentos en que nos sentimos heridos. Necesitamos sabiduría para entender que nuestra reactividad no hace más que atizar las llamas de la falsa tragedia. El amor crea a nuestro alrededor un escudo místico que nos protege del caos. Cuando estamos en medio de la pérdida, de la traición o de cualquier otro tipo de crisis, hay un poder en las palabras: “ Aquiétate y sabe que Yo soy”. Nunca se puede destruir la verdad.

Marianne Williamsom. Volver al amor