"Nada de lo aquí escrito me pertenece.
Si hubiese alguna pertenencia,
sería el lazo de Amor con el cual se han atado
tantas bellas flores de conocimiento
que son ofrecidas a la humanidad
como un ramillete de Servicio"
Montaigne.

la flor de loto

La flor del loto es uno de los más antiguos y profundos símbolos de nuestro planeta. La flor del loto crece en el fango y se alza sobre la superficie para florecer con remarcable belleza. Por la noche la flor se cierra y se hunde bajo el agua, al amanecer se alza y vuelve a abrirse. El loto simboliza la pureza del corazón y de la mente. Representa longevidad, salud, honor y buena fortuna.

lo bueno, lo malo, lo igual o lo diferente....son tan solo proyecciones humanas...

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diumenge, 23 de març del 2008

VOLVER AL AMOR. LAS RELACIONES. CAMBIAR DE MENTALIDAD

13.- cambiar de mentalidad
“El cambio fundamental ocurrirá cuando el pensador cambie de mentalidad.”

El objetivo de la práctica espiritual es la recuperación plena, y sólo de una cosa es preciso recuperarse: del sentimiento fracturado de uno mismo. Nadie puede convencerte de que eres una persona válida si tu no te lo crees. El Curso dice que el único problema que tienes es que te has olvidado de quién eres realmente. “Soy tal como Dios me creó”

Mediante tu deseo de ver la perfección en los demás despiertas a tu propia perfección.

Cuando siento que la vieja y conocida oscuridad empieza a descender sobre mí. Puedo optar por ver esa situación de otra manera. Ese es el punto donde debemos llamar a Dios pidiendo un milagro: “Dios amado, ayúdame por favor”.

El momento en que el dolor es más intenso es una oportunidad maravillosa.
Cuando llevamos nuestra oscuridad a la luz y la perdonamos, entonces podemos seguir adelante.

Sanamos por medio del descubrimiento y la plegaria. La conciencia sola no nos sana. Nuestras neurosis están profundamente incrustadas en nuestro psiquismo, como un tumor que envuelve a un órgano vital.

El proceso del cambio milagroso es doble:

1. Veo el error o pauta negativa.
2. Pido a Dios que me libere de ello.

El primer principio sin el segundo es impotente. El segundo tampoco es suficiente para cambiarnos. El E.S no puede tomar de nosotros lo que no queremos entregarle, porque eso sería violar nuestro libre albedrío.

Al pedir a Dios que te sane te comprometes a dejarte sanar. Esto significa que optas por cambiar. La resistencia al ego es intensa. Puedes pasar años en terapia, pero hasta que no decidas actuar de un modo distinto, no harás más que dar vueltas en círculo.

No llegamos a la luz mediante un interminable análisis de la oscuridad. Llegamos a la luz eligiendo la luz. Luz significa comprensión, y sólo comprendiendo sanamos.

El narcisismo del ego nos mantiene esperando a que aparezca la persona perfecta. El E.S sabe que la búsqueda de la propia perfección en los demás no es más que una cortina de humo que oculta nuestra necesidad de cultivar la perfección en nosotros mismos. Cuando renunciamos a nuestra obsesión pueril de escudriñar el planeta en busca de la persona perfecta, podemos empezar a cultivar la habilidad de tener relaciones compasivas. Dejamos de juzgar a los demás para relacionarnos con ellos. Reconocemos que no nos relacionamos para concentrarnos en lo bien o lo mal que los demás aprenden sus lecciones, sino para aprender las nuestras.

El ego es nuestro dolor, pero es lo único que conocemos, y nos resistimos a abandonarlo. Pero el objetivo del crecimiento personal es el viaje de salida de las oscuras pautas emocionales que nos causan dolor, para encaminarnos a las que nos proporcionan paz.

El cambio se produce debido a una decisión por nuestra parte: la decisión de sanar, la decisión de cambiar. Yo puedo escoger una respuesta nueva ante la vida, una lectura nueva. “Yo no soy mi rabia” La reconozco, sí, pero sólo para ir más allá de ella. Una vez he visto mi rabia estoy en condiciones de “actuar como si” fuera capaz de hacerlo de otra manera. La personalidad es algo que estamos creando continuamente, y si lo decidimos, podemos re-crearla constantemente.

Puedo optar por identificarme con mi propia fuerza en lugar de hacerlo con mi enojo. Puedo permitirme ver a los demás por mediación de una naturaleza generosa y confiada. Mi hermano no está aquí para atacarme sino para amarme. Confiar en ello y devolverle amor es por completo cosa mía.
Al aceptar la Expiación, la corrección de nuestras percepciones, se nos devuelve a lo que realmente somos. Nuestro verdadero ser de puro amor es indestructible. Todos los espejismos se disiparán. Aunque haya experiencias que puedan desviarnos de nuestra verdadera naturaleza, el E.S. nos guarda la verdad en depósito hasta que decidimos volver.

Marianne Williamson. Volver al amor