"Nada de lo aquí escrito me pertenece.
Si hubiese alguna pertenencia,
sería el lazo de Amor con el cual se han atado
tantas bellas flores de conocimiento
que son ofrecidas a la humanidad
como un ramillete de Servicio"
Montaigne.

la flor de loto

La flor del loto es uno de los más antiguos y profundos símbolos de nuestro planeta. La flor del loto crece en el fango y se alza sobre la superficie para florecer con remarcable belleza. Por la noche la flor se cierra y se hunde bajo el agua, al amanecer se alza y vuelve a abrirse. El loto simboliza la pureza del corazón y de la mente. Representa longevidad, salud, honor y buena fortuna.

lo bueno, lo malo, lo igual o lo diferente....son tan solo proyecciones humanas...

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dissabte, 29 de març del 2008

VOLVER AL AMOR. LAS RELACIONES. PERDONEMOS A NUESTRO PADRES Y AMIGOS. PERDONÉMONOS A NOSOTROS MISMOS

19.- Perdonemos a nuestros padres y a nuestros amigos. Perdonémonos a nosotros mismos.
“El más santo de todos los lugares sobre la tierra es aquel donde un viejo odio se ha convertido en un amor presente.”

No podemos llegar a la conciencia sin perdonar a nuestros padres. Nuestra madre es nuestra imagen primaria de una mujer adulta, y nuestro padre la de un hombre adulto. Mantener resentimientos contra la madre significa, para un hombre, que no será capaz de liberarse de la proyección de la culpa sobre otras mujeres adultas que aparezcan en su vida; y para una mujer, que no será capaz de escapar de la autocondena a medida que crezca y de niña pase a ser mujer. Quien cultive agravios contra su padre, si es mujer no será capaz de liberarse de la proyección de culpa sobre otros hombres adultos que lleguen a su vida, y si es hombre no podrá escapar de la autocondena a medida que crezca y de niño pase a ser hombre.

Así es, llegados a cierto punto, perdonamos porque decidimos perdonar. La sanación se produce en el presente, no en el pasado. Lo que nos ata no es el amor que no recibimos en el pasado, sino el amor que no estamos dando en el presente.

No hay nada que nos haya pasado, que hayamos visto o que hayamos hecho y que no podamos usar para hacer de nuestra vida algo más valioso ahora. Podemos crecer a partir de cualquier experiencia y podemos trascender cualquier experiencia.

El perdón sigue siendo el único sendero que nos saca del infierno. A cada momento estamos enviando amor o proyectando miedo.

La práctica y el compromiso son las claves del amor. A menudo nos aferramos a un agravio en lugar de perdonarlo. Sobre el miedo se ha edificado todo un mundo, que no se dejará desmantelar en un momento.

Lo que sana el mundo es cada pensamiento de amor, a cada momento. La madre Teresa dice que no hay grandes obras, sino sólo obras pequeñas, pero realzadas con gran amor.
Cada uno de nosotros tiene diferentes miedos y diferentes manifestaciones del miedo, pero a todos nos salva la misma técnica: recurrir a Dios pidiéndole que salve nuestra vida rescatándonos mentalmente. “No nos dejes caer en la tentación, más líbranos del mal, porque el Amor es el Reino y el Amor es la gloria y el Amor es el poder, por los siglos de los siglos.”

Marianne Williamson. Volver al amor