"Nada de lo aquí escrito me pertenece.
Si hubiese alguna pertenencia,
sería el lazo de Amor con el cual se han atado
tantas bellas flores de conocimiento
que son ofrecidas a la humanidad
como un ramillete de Servicio"
Montaigne.

la flor de loto

La flor del loto es uno de los más antiguos y profundos símbolos de nuestro planeta. La flor del loto crece en el fango y se alza sobre la superficie para florecer con remarcable belleza. Por la noche la flor se cierra y se hunde bajo el agua, al amanecer se alza y vuelve a abrirse. El loto simboliza la pureza del corazón y de la mente. Representa longevidad, salud, honor y buena fortuna.

lo bueno, lo malo, lo igual o lo diferente....son tan solo proyecciones humanas...

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dimarts, 11 de març del 2008

VOLVER AL AMOR.LAS RELACIONES. EL ENCUENTRO SAGRADO

En la segunda parte del libro Volver al amor, Marianne Williamson trata sobre la práctica, la aplicación de los principios básicos de UCDM a nuestra realidad diaria.

SEGUNDA PARTE. LA PRÁCTICA

VI.- LAS RELACIONES
“El templo del Espíritu Santo no es un cuerpo sino una relación.”

1.- El encuentro sagrado

“Cuando te encuentres con alguien, recuerda que se trata de un encuentro sagrado. Tal como lo consideres a él, así te considerarás a ti mismo. Tal como lo trates a él así te tratarás a ti mismo. Tal como pienses de él, así pensarás de ti mismo. Nunca te olvides de esto, pues en tus semejantes o bien te encuentras a ti mismo o bien te pierdes a ti mismo.”

“Amar a otra persona es ver la faz de Dios”. La “faz de Cristo” es la inocencia y el amor que se oculta tras las máscaras que todos usamos, y ver ese rostro, tocarlo y amarlo en nosotros mismos y en los demás es la experiencia de Dios.

Cuando demostramos amor hacia los otros, aprendemos que somos queribles y aprendemos a amar con más profundidad. Cuando demostramos temor o negatividad aprendemos a autocondenarnos y a tener más miedo de la vida.

Si opto por bendecir a una persona terminaré siempre por sentirme más bienaventurada. Si proyecto culpa sobre una persona, terminaré por sentirme siempre más culpable.
UCDM dice que las personas con quienes nos encontremos serán quienes nos crucifiquen o nos salven, dependiendo de lo que nosotros decidamos ser con ellas. Concentrarnos en la culpa el otro nos clava aún más profundamente en nuestra propia carne los clavos del odio hacia nosotros mismos. Concentrarnos en su inocencia nos libera. Puesto que no tenemos “pensamientos neutros”, cada relación nos adentra más en el Cielo o nos sume más profundamente en el infierno.
Marianne Williamson. Volver al amor