"Nada de lo aquí escrito me pertenece.
Si hubiese alguna pertenencia,
sería el lazo de Amor con el cual se han atado
tantas bellas flores de conocimiento
que son ofrecidas a la humanidad
como un ramillete de Servicio"
Montaigne.

la flor de loto

La flor del loto es uno de los más antiguos y profundos símbolos de nuestro planeta. La flor del loto crece en el fango y se alza sobre la superficie para florecer con remarcable belleza. Por la noche la flor se cierra y se hunde bajo el agua, al amanecer se alza y vuelve a abrirse. El loto simboliza la pureza del corazón y de la mente. Representa longevidad, salud, honor y buena fortuna.

lo bueno, lo malo, lo igual o lo diferente....son tan solo proyecciones humanas...

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dimarts, 15 d’abril del 2008

VOLVER AL AMOR. EL CIELO. LA DECISIÓN DE SER FELIZ


IX.- EL CIELO
“El cielo está aquí. No existe ningún otro lugar.”
“El cielo es ahora. No existe ningún otro tiempo.”


1.-La decisión de ser feliz

“El cielo es la alternativa por la que me tengo que decidir.”


La voluntad de Dios es que seamos felices ahora. Al pedir que se haga Su voluntad, damos instrucciones a la mente para que se concentre en la belleza de la vida, en cada una de las razones que tenemos para celebrar en vez de estar de duelo.

La felicidad no depende de las circunstancias. La clave de la felicidad es la decisión de ser feliz.

En los últimos años se ha hablado mucho de “reconocer nuestros sentimientos”. Es un concepto importante pero puede ser utilizado por el ego para sus propios fines. La mayoría de las veces, cuando oímos decir “reconoce tus sentimientos”, se refieren a los negativos: “Sé consciente de tu dolor, de tu rabia, de tu vergüenza”. Pero necesitamos tanto para reconocer nuestros sentimientos positivos como para reconocer los negativos.
Necesitamos apoyo y permiso para sentir nuestro amor, nuestra satisfacción y nuestra felicidad.
El ego libra una secreta batalla contra la felicidad. El yo negativo no es nuestro yo verdadero; necesitamos estar en contacto con nuestros sentimientos negativos, pero sólo para liberarnos de ellos y sentir el amor que se oculta debajo.

No es tan difícil tener sentimientos y pensamientos positivos. El problema es que nos resistimos a ellos porque nos hacen sentir culpables.

¿Quién soy yo para tenerlo todo? Seré una amenaza no le gustaré a nadie... Estos son los argumentos que el ego nos mete en la cabeza. Una creencia oculta que muchos compartimos es que está mal ser demasiado feliz.
El dogma religioso del ego no nos ha ayudado. Se ha glorificado el sufrimiento. La gente se ha concentrado más en la crucifixión que en la resurección. Pero la crucifixión sin la resurección es un símbolo que no tiene significado. La crucifixión es la pauta de energía del miedo, la manifestación de un corazón cerrado. La resurrección es la inversión de esa pauta, que se da cuando dejamos de pensar en el miedo para concentrarnos en el amor. Examina la crucifixión pero no te detengas en ella. "Bienaventurados los que tienen fe en lo que no pueden ver", dice Jesús. Es fácil tener fe cuando las cosas van bien, pero en la vida hay momentos en que tenemos que volar a ciegas. La resurección es una vehemente llamada a seguir avanzando. Representa la decisión de ver la luz en medio de la oscuridad. "La resurección es el símbolo del júbilo." "No hay luz más brillante que la que resplandece dentro de nosotros. No importa si la vemos o no, está ahí porque ahí la puso Dios. " "Ser felices no es sólo nuestro derecho sino, en cierto modo, también nuestra responsabilidad. Dios no nos da la felicidad para nosotros solos. Nos la da para que podamos afirmarnos más en el mundo en Su nombre."
El dogma religioso del ego no nos ha ayudado. Se ha glorificado el sufrimiento. La gente se ha concentrado más en la cucifixión que en la resurrección. Pero la crucifixión sin la resurrección es un símbolo que no tiene significado. La crucifixión es la pauta de energía del miedo, la manifestación de un corazón cerrado. La resurrección es la inversión de esta pauta , que se da cuando dejamos de pensar en el miedo para centrarnos en el amor.

Examina la crucifixión dice Ucdm pero no te detengas en ella.”Bienaventurados los que tienen fe en lo que no pueden ver”, dice Jesús. Es fácil tener fe cuando las cosas van bien, pero en la vida hay momentos en que tenemos que volar a ciegas. Sabemos que la vida es un proceso, y que siempre avanza hacia un mayor bien. En esos momentos confiamos en que nuestro radar espiritual navegue por nosotros. Por nuestra fe, mediante nuestra confianza, invocamos su señal.

La resurrección es una vehemente llamada a seguir avanzando. Representa la decisión de ver la luz en medio de la oscuridad. “Durante e tiempo de la oscuridad, actúa como si ya hubiera llegado la mañana”.

Si aceptamos la voluntad de Dios como algo ya cumplido, experimentaremos inmediatamente la sanación de nuestras heridas. El universo fue creado para apoyarnos en todos los aspectos. Dios está constantemente expresando Su infinito cuidado por nosotros. El único problema es que nosotros no estamos de acuerdo con Él. No nos amamos como Él nos ama, y por eso impedimos que se produzcan los milagros a los que tenemos derecho.

El mundo nos ha enseñado a creer que somos inferiores, que no somos perfectos, que es una actitud arrogante pensar que merecemos una felicidad completa.

No hay luz más brillante que la que resplandece dentro de nosotros. No importa si la vemos o no. Está ahí porque la puso Dios.

Ser felices no es sólo nuestro derecho sino, en cierto sentido , también nuestra responsabilidad. Dios no nos da la felicidad para nosotros solos. Nos la da para que podamos afirmarnos más en el mundo en Su nombre.

La felicidad es un signo de que hemos aceptado la voluntad de Dios.

El Cielo sólo espera nuestra aceptación. No es algo que vayamos a experimentar más tarde. “Más tarde” no es más que una idea. “Alegraos -decía Jesús-, porque he vencido al mundo”. Se daba cuenta, como también podemos hacerlo nosotros de que el mundo no tiene poder ante el poder de Dios. No es real. No es más que una ilusión. Dios ha creado el amor como única realidad, el único poder. Y así es.
Marianne Williamson